El desarrollo natural es posible a través de la conciencia

La conciencia natural ha de estar presente en los niños de cada generación para la supervivencia

6 de abril de 2010

La necesaria convivencia


En estos tiempos que corren encuentro pocas personas creciendo en contacto con el ambiente natural, incluso es raro el pasar mucho tiempo al aire libre.

Las migraciones masivas de la población rural a las ciudades ha creado la forma moderna de vida humana encerrada en espacios urbanos habitualmente no concebidos para ello. El resultado es que los hombres parecen permanecer hoy día en un estado de aislamiento efectivo respecto al resto de la naturaleza viva. Este aislamiento tiene muchas dimensiones: comienza con un aislamiento físico determinado por las distancias y las barreras que separan las viviendas humanas entre sí y del campo, los bosques y las montañas con todos sus elementos naturales (animales, vegetales, minerales, aire, agua, tierra…); hay un aislamiento psicológico, pues la mente de las personas se sitúa muy alejada de la existencia real de todos esos elementos naturales, sin apenas dedicar alguna energía en sus pensamientos hacia todo ello. Y sintetizando a partir de los anteriores, un aislamiento cultural y práctico: las costumbres sociales en la vida cotidiana dan la espalda al curso vital de los elementos naturales; si nos fijamos en la creación artística, se ha vuelto en gran medida desnaturalizada; el cuidado de la salud no tiene en cuenta las señales naturales; la producción económica no se sostiene en el ritmo regenerativo del ambiente natural en que habitamos,…

Prácticamente encuentro todas las esferas de la actividad humana desconectadas de la realidad de la naturaleza. En definitiva el hombre moderno sufre de una gran falta de conocimiento directo respecto del curso vivo de los elementos naturales. Esto evidencia ante nosotros una paradoja de grueso calibre, aunque no esté siempre presente en la mente consciente de quienes nos rodean. La vida surge y se alimenta de los elementos naturales que el ser humano (la forma de vida más evolucionada del planeta) desconoce y de los que vive ciertamente aislado.

Aunque parece que la ciencia instituida ha conseguido entender y explicar muchos procesos naturales, yo no diría que los individuos corrientes los conozcan por su propia experiencia personal.
En último término la educación formal se centra en desarrollar personas dentro de este modelo alienado y esquizoide, lo que prolonga este sistema de vida deficitario.
Pero este planteamiento es del todo insostenible para cualquier civilización.
He encontrado hordas de estudios científicos que pretenden garantizar u optimizar el uso y aprovechamiento de los recursos naturales a nuestra disposición para la actual forma de vida humana. Pero siento que el tema básico va más allá de la mera cuestión sobre si es sostenible o no este uso de los recursos. Porque ya de partida me parece dudoso que sea sostenible en sí la situación contradictoria de alienación y desconocimiento de la naturaleza para la supervivencia sana de la especie.

Para introducirnos en este tema, cada uno podemos preguntarnos: ¿qué vivencias personales en el ambiente natural me permiten desarrollarme y aprender a sobrevivir con autonomía sin hacer daño o perjuicio a otras formas de vida y al conjunto de la naturaleza?
¿me encuentro capacitado personalmente para presentarme como amo y señor de la Tierra y sus dominios, sabiendo cómo gestionarla correctamente?

En común entre nosotros es importante reflexionar sobre esto: ¿podemos encontrar soluciones a los problemas de la supervivencia del hombre y la naturaleza si no sabemos convivir junto con todos sus elementos?
¿podemos hacerlo sin sentirnos integrantes de pleno interés?
Entonces ¿en qué consiste esa convivencia y el conocimiento necesario?
¿qué necesitamos aprender todos juntos para ello?

En este blog vamos a investigar más en torno a estas cuestiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario